POR SIEMPRE TE QUERRÉ
Esa
sensación que estremece mi piel al atraparte entre mis párpados, es un sentido
sin sentido, es encontrar todo en dos sublimes cuerpos, aunque apuesto que ya
hemos formado uno. Nuestras miradas han dicho más de lo que a menudo hemos
expresado, y es tan peculiar nuestra conversación, que puedo sentirte sin
tocarte –es propio–, te has vuelto tan palpable en lo intangible.
Una
vida, dos cuerpos, dos miradas, que solo saben ser uno cuando hay dos, que se
manifiestan en un encuentro visual, interrumpido por una tercera persona. Y ya
era tarde, tu esencia, tu peculiar ser,
ya había hecho efecto en mí. Y es que no hacía falta que levantaras mi mundo,
pues ya habías levantado mi alma.
Y
me pregunto, ¿Por qué no te has ido de mí? Te recuerdo constantemente, y es que
hay cosas que sólo se resumen a un sentimiento, que sólo se resumen a ti. Te
encuentro al cerrar los ojos, te siento con solo pensarte, a pesar de que tu
presencia esté tan ausente.
Te
quiero en la distancia de nuestros cuerpos, y en la cercanía de nuestras almas… en lo predecible de nuestro sentimiento.
Comentarios
Publicar un comentario