LA CAPACIDAD RETENTIVA DEL OLVIDO
Inexacto es
arrepentirse de los hechos ya accionados. La búsqueda de la comprensión ajena
no desechará lo ya cometido, como tampoco el pordiosear. El olvido a menudo te
cuestiona al no marcharse, y la capacidad retentiva de lo deseable en algunos
casos te abandona.
Tan prisioneros de
pensamientos, como mencionar que el encuentro de la libertad está a la vuelta
de un segundo. Un segundo que puede pesar una eternidad; que se carga en cuerpo
y alma, asfixiándola y dejándola sin un sentido de vida visible.
El momento del cargar
con tanto “día a día” es un atentado contra la vida, cargado en su máxima
expresión de pesadez, que incluyen los malos tratos, las rabietas, y una
porción de enfermedades por cada “soplete” que se digieren y acumulan.
Como un sol al cual no
se le aprecia su brillo, propio, porque molesta ante la vista de algunos, como
un dócil ejemplo; que pasa y sobre pasan a menudo muchos. Y vaya qué capacidad de
olvido de aquellas buenas cosas…
Qué capacidad tan
exacta e incomprensible de retener lo que nos hace daño.
Comentarios
Publicar un comentario