UTÓPICO POR CONVENIENCIA
Y
esa gran alegría que estremece mi piel al atraparte entre mis párpados, que
llevan a un suspiro profundo, utópico, como el añoro de un ideal… un
semicírculo que figura en mi rostro. Perpetuo el recuerdo en mí, desde el día
en que te vi venir, y aún no terminas de llegar. El tiempo se aproxima,
rápidamente me sorprende con las luces y la oscuridad, días y noches, tal como
un blanco y negro. En cada extremismo te enganchas, no existe medias en ti, no
hay medidas en ti.
Llegó
el momento. Qué bueno es verte realizar al cerrar los ojos y encontrarte, una
expulsión emocional que anhela tu presencia, pero que siente placer de lo
intangible, de lo fugaz… de ti.
Te
dibujas en un sueño, en un ideal, y para muchos en una meta. Vaya qué cercanía
con lo real, que afable imaginarte, y mejor aún luchar por ti, que los
esfuerzos vayan en consonante con la misma intencionalidad de aquello
imaginado, es en otras palabras un sin igual, es un sueño.
A
eso me refiero, a ti… mi objetivo de vida.
Y
es que a veces somos una frase en un libro, y otras tantas un suspiro en el
recuerdo, un instante de lo percibido y otras aún mejores cuando emprendemos.
Comentarios
Publicar un comentario